8 de mayo de 2012

Acá estoy, no tan mal como todos creían. No sé a que referirme en esta entrada, tampoco empecé a escribir con una idea clara o algo por el estilo. Quiero saber que estoy bien, mejor dicho: sé que estoy bien, sé que estoy contenta, sé que me estoy queriendo a mí misma y eso es lo que interesa. Quiero reflejar eso, quiero reflejar que todo está como antes, pero un poco cambiado. Como antes en el sentido de mi misma. Cambiado en el sentido de lo emocional. No quiero dar muchos detalles sobre nada, pero con esto quiero decir que voy mejorando mi humor un poquito más cada día. Que de a poco vuelvo a ser esa loca de mierda que todos conocen. Que de a poquito sigo riéndome, cagándome de risa por todo en la vida, tomando los problemas con una sonrisa y tratando de solucionarlos con una mucho más grande. De hecho, en este momento estoy sonriendo mientras escribo esto. ¡Mierda! Estoy aprendiendo demasiadas cosas. Entre ellas, de todo esto que me pasa. Estoy aprendiendo a entender y a aceptar. Me pone feliz saber que mi cabeza ya no va a 220 como antes. Que si bien sigo aumentando mucho mis problemas (es como que los saco de la realidad, los agarro con una lupa, examino todo hasta el último detalle y ahí me hago más problema del que me tengo que hacer) me estoy calmando. Estoy en paz conmigo misma. Estoy aprendiendo a saber qué cosas quiero cambiar y cuales quiero que se queden. Por ejemplo, me pone contenta saber que quiero dejar de ser tan irrespetuosa, pero también me pone contenta saber que no quiero cambiar mi manera de pensar o de actuar. Es todo un cliché, ¿no? me auto contradigo todo, pero eso me encanta de mí. Me encanta saber que puedo conseguir paz, que puedo estar bien.



No hay comentarios:

Publicar un comentario