Una tarde para gente deprimida, esta es una tarde para casar el pote de helado, mirar una pelicula y llorar. Llorar llorar llorar llorar. Encima de todo llueve. Pero es una lluvia finita, casi rozando lo cursi. De esas lluvias con las que amarias estar con tu chongo, tu novio, tu hombre, tu macho, tu pinocho o como quieras decirle.
Está como para que te manden un mensaje: veni a casa a ver unas pelis.
Una, al instante, empieza a calentar la cera depilatoria. Esa cruel sustancia que esta quemada a mas no poder por depiladas anteriores sin éxito.
Dejas la cera en la hornalla, te metés en la ducha segura de : o te cagas de frío o te cagas quemando. Uno nunca va a encontrar el punto medio ni bien se mete a la ducha.

Paso contínuo: empezás con el shampoo, (Pantene obvio) y después te ponés dos veces el acondicionador con proteínas de placenta de tortuga, que una nunca sabe para que sirven pero nos convencemos de que nos deja divinas. Ya cuando te ponés la segunda aplicada de acondicionador, cerrás la ducha, te cagas de frio, agaras la esponja mineral, jabon y le das con la track a las piernas. Mientras dejas actuar el acondicionador. Volves a abrir la ducha, te enjuagas el pelo, sacudis todos los pelitos de la depilada y buscas la toalla. Muerta de frío, a pasos de morirte congelada cual Leo Di Caprio en Titanic, te secás: culo, piernas, entre pierna, axilas, pecho, pies y por ultimo cara. Con otro toallón en la cabeza rezas porque no llegue tu hermano del club o tu papa haya venido antes del trabajo. Cuando te querés dar cuenta, la cera ya esta a punto: te la pones en los bigotes y en las axilas segura de que: esa sustancia volcánica te quema o está a punto. Soplas, soplas, soplas y ya con lágrimas en los ojos.. ¡¡¡TAAAAAA!!! el tirón mas feo que una mujer puede sentir. Vas corriendo al baño, buscas el gel granulado y te lo pasas por la cara hasta que te sangra, pensando que así se van a ir los granitos o la cara te queda más divina.
La chica con rulos, planchita. La del pelo lacio, crema de peinar o bucleadora. Te cambias, elegís entre mil conjuntos, llamas al taxi que te dice "de 10 a 20 minutos" osea, la idea era llegar a las siete y media, ya son las nueve. Y el muy forro, o tarda una hora o llega a los cinco minutos y vos todavia elegis una cartera. Toca timbre, el taxi. vas al baño: rimel, sombra, corrector, brillo labial, rubor, base, y por las dudas una toallita
Llega el taxi, vas a lo del pibe a las diez y media, el forro ya tomo tres cervezas, ya pidio empanadas, ya algquilo una peli de mala calidad y está vestido de la peor manera.
Pero a vos te encanta, a vos te gusta verlo tan "varonil", tan chongo..
Miran la peli de nuevo, comes una empanada que sobró, chapas con el, te mima, hablan boludeces. Y después te tomas el taxi a casa de nuevo a las 4 de la mañana.
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