Dejar el orgullo de lado, a veces no ayuda. Pero a veces, sí.
Por ejemplo, me volví a hablar con una persona que significó MUCHO (y cuando digo MUCHO, de verdad, es mucho) en mi vida. Y me dio, un “no se qué” de hablarle y ver si las cosas podían estar bien y poder ser amigos. (gracias Luuuu)
Resulta, que con el año nuevo, varias actitudes nuevas vienen en mí. Me puse a recapacitar sobre miles de cosas, a pensar mucho sobre las cosas, sobre cosas que yo creía que estaban bien. Y no, o por ahí sobre cosas que yo creía que estaban mal, y estaban bien. Me puse a pensar en mi familia, lo mucho que disfruto estando con ella.
A pensar en varias actitudes que tengo para con mi viejo, que tengo que cambiar. A ser menos peleadora. A encontrarle sentido a las cosas. A no alunarme tanto. A tener más sentido del humor. A valorar a mis amigos. A disfrutar momentos que sé que no se van a repetir.
Un año, que me trajo muchas cosas, y se llevó otras tantas. Un año, en el que tuve cambios. Un año, en el que hice amistades y perdí algunas.
Y aún así, sigo buscando mi “verdadero yo” aunque creo, que ESTA es la Camila que quiero ser. Una chica un tanto loca. Una chica estridente. Una chica a la que no le gusta que la traten mal. Una chica que espera cariño, afecto, amor. Una chica a la que le encanta ayudar a los demás cuando sea necesario. Una chica cambiante. Una chica con carácter raro. Una chica, sólo eso. Y me ENCANTA ser así.
También, pensé en varias cosas que pasaron y que aunque en su momento las haya llorado, ahora me sirven. MIS ERRORES (por así decirlos) del 2010.
Y de este año, ¿qué pretendo? Nada, tengo todo lo que quiero ahora. Y creo, que me gusta mi vida así, tal como es.
Espero, que me sorprendan. Que pasen cosas buenas. No llorar tanto. Reír, mucho más.
Ser feliz, eso espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario